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El Juzgado  de lo Contencioso-Administrativo Nº 3 de Madrid ha dictado sentencia desestimando el recurso interpuesto por la asociación del cuerpo superior de sistemas y tecnologías de la administración general del estado ASTIC en relación a la exigencia del título específico de ingeniería informática en el proceso selectivo para el acceso a la categoría de Ingeniero Superior Informática del Ayuntamiento de Madrid, encuadrada en la escala de Administración Especial, subescala Técnica,  grupo A, subgrupo A1, convocado en junio de 2016.

 Además del Ayuntamiento de Madrid han actuado como actores contra el mencionado recurso el Colegio Profesional de Ingenieros en informática de la Comunidad de Madrid – CPIICM, representado por Aguillaume & Linde Abogados  y el Consejo General de Colegios Profesionales de Ingeniería Informática – CCII, representado por el bufete Gómez-Acebo & Pombo.

Desde el colectivo de profesionales de ingeniería en informática valoramos positivamente esta sentencia que contribuye a la corrección progresiva de escenarios previos a la madurez de la ingeniería informática, que ya ha celebrado el 40 aniversario del inicio de sus estudios universitarios en España. Corregir estas incoherencias es necesario para la consecución de la profesionalización de los puestos de informática de la administración pública, donde si bien son necesarios diferentes niveles de cualificación, es urgente la coherencia en la exigencia de la más alta cualificación y capacitación posible en los puestos con funciones en materia de ingeniería informática. Estos puestos, donde prima la responsabilidad técnica, la dirección de proyectos y equipos humanos, y la elaboración de pliegos técnicos y supervisión de contratos y empresas al máximo nivel, etc, son actores clave para la consecución de la administración digital, así como su sostenibilidad para el normal funcionamiento de las administraciones públicas en la era de la sociedad de la información. Y lo contrario es hacerse trampas al solitario y pretender justificar lo injustificable. De nada sirven las lamentaciones por los ríos de dinero despilfarrado en las administraciones por proyectos informáticos mal planteados o mal gestionados por falta de cualificación. Agua pasada no mueve el molino... El camino de la gestión pública debe ser la capacidad y el mérito, especialmente en coherencia con las titulaciones más importantes y extendidas del sistema universitario, como es el caso de la ingeniería informática, y de ningún modo el amateurismo ni fomentar los "opositores profesionales" hasta que suene la flauta.