Noticias
La revolución INFORMÁTICA
No cabe duda de que los progresos asociados a internet y al uso de la informática están marcando los primeros años del milenio y están cambiando todos los niveles de la sociedad, la economía y la industria. Pero los avances asombran no solo por lo extraordinario de su capacidad, sino también por la rapidez con la que se producen.
Se habla del comienzo de la Cuarta Revolución Industrial. Si hacemos un breve repaso histórico, podemos recordar que la primera se originó a raíz de la aparición de la máquina de vapor; la segunda, tras la incorporación de la producción en cadena al proceso de fabricación y la tercera, por el mayor nivel de automatización que proporcionó la electrónica.
En la actualidad, los desarrollos en Internet de las Cosas, inteligencia artificial, realidad aumentada y virtual, robótica, nanotecnología, vehículos autónomos, impresión 3D, gemelo digital y otras tecnologías facilitadoras esenciales (TFE) avanzan a un ritmo sin precedentes. Son tecnologías muy diversas, pero con un denominador común: la INFORMÁTICA.
Es importante entender el cambio de papel de esta disciplina. Cómo pasó de ser una simple herramienta de automatización, a ir tomando progresivamente un papel completamente diferente: el de una herramienta con una enorme capacidad de análisis de datos y que es capaz de aprender mediante diversos métodos a través de procesos como el ‘deep learning’ o el ‘machine learning’.
Podríamos decir que la gran diferencia con las anteriores revoluciones industriales es que el impacto de cualquiera de las tecnologías emergentes no solo es inmediato a nivel global, sino que además implica a todos los sectores, no únicamente el industrial. Por tanto, hablar de cuarta revolución industrial sería menospreciar gran parte de las posibilidades del avance, que afecta tanto al sector productivo, como al educativo, las relaciones personales, la política, la administración pública…
A veces también erramos en el uso de la terminología. Se usa el término ‘nuevas tecnologías’ tanto para referenciar estas TFE, como herramientas que llevan décadas entre nosotros. En el avance de la administración también hemos visto múltiples cambios en cuanto a la denominación: administración electrónica, digital, gobierno abierto…
Sin duda, el actual motor de la sociedad es la informática, que impulsa una verdadera revolución en todos los ámbitos sociales y económicos, potencia la innovación como motor de la competitividad, democratiza el acceso universal a todo el conocimiento humano y mejora la calidad de vida de todos nosotros siempre que la desarrollemos con ética y valores.
Ya la Constitución Española, de aniversario estos días, anticipaba hace más de 40 años la relevancia que tendría, señalando que “la ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos”. Una afirmación visionaria, que desprende también la necesaria regulación de la Ingeniería en Informática bajo la que se desarrollan los productos y servicios de la sociedad de la información.
Decía Isaac Asimov que «la ciencia reúne el conocimiento más rápido del que la sociedad reúne la sabiduría». Mientras que el ritmo de la política no ha cambiado mucho desde los tiempos del vapor, la informática ha pasado de la primera marcha a la cuarta en un abrir y cerrar de ojos. Tenemos en nuestras manos la mayor herramienta creada por el ser humano. Para utilizarla en beneficio de todos, primero seamos conscientes de a qué nos estamos refiriendo para poder conocer todo su potencial.
Fernando Suárez, Presidente del CCII