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La importancia de la ética informática en las empresas
La ética o deontología profesional en la Ingeniería Informática, quizá haya sido uno de los aspectos que menos relevancia externa hayan tenido en la actividad profesional. La vigilancia de la ética en el ejercicio profesional es uno de los pilares de la existencia de los Colegios Profesionales. Los diferentes Colegios de Ingenieros en Informática ya disponían desde su creación de Códigos Deontológicos de obligado cumplimiento por parte de sus profesionales, aunque este aspecto, hasta hace poco tiempo, no se destacaba en el ámbito mediático.
Sin embargo, y probablemente debido al auge de algunos campos técnicos propios de la Informática, como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático o el procesamiento de datos masivos, junto con la preocupación por la privacidad de los datos reflejada en el Reglamento General de Protección de Datos, el concepto de ética y deontología profesional en la Informática ya es conocido por el gran público al aparecer de forma constante en los medios de comunicación.
En este sentido es necesario recordar que el Consejo de Colegios de Ingeniería en Informática (CCII) aprobó la versión más reciente del Código Ético y Deontológico de la Ingeniería Informática el 4 de Mayo de 2019. Este código ético cumple con las Directrices de la Comisión Europea para las Declaraciones de Ética Profesional para los profesionales de la Informática en Europa, que se enmarcan en la Agenda Digital Europea.
Además de los beneficios del Código Ético en la relación de la profesión con la sociedad, para los profesionales probablemente el mayor aprovechamiento se encuentre en el apoyo que ofrece el código al respecto de la principal responsabilidad de un Ingeniero en Informática, que es la toma de las mejores decisiones profesionales posibles, respetando los intereses del cliente, del empleador, del profesional, de la sociedad en su conjunto y de la propia profesión.
Esta relevancia de la ética profesional en la Ingeniería en Informática se observa también en la extensión de la aplicación del concepto de ética profesional no solo al profesional individualmente, sino a la organización en la que desempeña su actividad en su conjunto. Esta tendencia no viene exenta de controversia, pues existe una tensión entre los puros objetivos empresariales y la consecución ética de los mismos. Google, por ejemplo, tiene un equipo de Inteligencia Artificial Ética, donde se ha producido una gran polémica al haber sido despedida Timnit Gebru, la codirectora del grupo. Al parecer, el detonante del despido fue un artículo en el que esta investigadora participaba como autora en el que se advertían de los riesgos de los modelos de lenguaje entrenados con cantidades ingentes de datos, que forman parte del núcleo del negocio de la empresa. Algunos de estos riesgos éticos incluyen los grandes costes medioambientales en los que se incurre al entrenar estos modelos, así como el posible sesgo de estos al tomar grandes cantidades de datos sin supervisión, que pueden incluir lenguaje sexista y prejuicios culturales.
Cada vez existen más empresas en el sector de la informática, y juegan un importante papel en el desarrollo, crecimiento económico del país, y en particular tienen un gran impacto en la sociedad. Así, la dimensión ética en estas empresas, de cara a la creación de productos y servicios de la sociedad de la información, cobra una mayor importancia. Para responder a los retos que presenta la aplicación de la ética y deontología profesional en el nivel empresarial, el CCII ha lanzado la iniciativa pionera del “Sello de Empresa Ética”. Este sello fue presentado el 30 de Noviembre de 2020 por Fernando Suárez, presidente del CCII, dentro de las actividades de la “ICT Ethics Week”.
Las empresas que adopten este sello se comprometen a cumplir las directrices del Código Ético y Deontológico de la Ingeniería en Informática, y recibirán el apoyo de la Comisión de Ética y Deontología del CCII para sus desarrollos tecnológicos. Esta certificación permitirá poner en valor a estas empresas del sector que ponen especial interés en que su actividad se desarrolle respetando escrupulosamente las consideraciones éticas.
Esperemos pues, en este momento de deseos para el nuevo año, que el 2021 sea el año en que se consolide la consideración de la Ética y la Deontología Informática en la empresa, y que muchas empresas del sector puedan certificarse como “Empresa Ética”.
Darío Álvarez, Vicedecano del COIIPA y Miembro de la Comisión Ética del CCII